Vistas de página en total

jueves, 8 de septiembre de 2011

Venezuela, infamia y oprobio

El Domingo 15 de Agosto del 2004, pasará a la Historia de Hispanoamérica como una jornada fatal de infamia y oprobio. 

Ese día aciago se consumó en la entrañable República de Venezuela el más soez y escandaloso fraude electoral ocurrido jamás en el Nuevo Continente.

Con este premeditado secuestro de la voluntad popular  perpetrado con nocturnidad y alevosía  se consolida en el Poder el régimen despótico y espúreo del dictadorzuelo zambo Hugo Chávez, instrumento de opresión del Comunismo Internacional en este Hemisferio y discípulo aventajado del sátrapa asesino, ladrón y narcotraficante del Gulag Antillano, el [judio] sefardita Fidel Castro.

Testaferros declarados de este flagrante pucherazo, han sido esos funestos monigotes socialistoides llamados Jimmy Carter y César Gaviria, ambos desvergonzados mecenas de la pérfida conjura marxista, siempre amparada por la prensa izquierdizante de los Estados Unidos encabezada por el judaico “The New York Times”.
Este golpe bolchevique contra las ansias de Libertad del Pueblo Venezolano ha sido ampliamente respaldado por las grandes y poderosas Compañías Petroleras vinculadas a la Alta Finanza Judía de New York, cuyos asalariados portavoces han tenido la desfachatez de declarar que “el triunfo de Chávez en el Referendum Revocatorio supone la estabilización de la economía mundial y la máxima garantía del abastecimiento de petróleo a los Estados Unidos.” 

No en balde el simiesco hampón Hugo Chávez ha hecho inmensas concesiones territoriales a esas grandes y poderosas Compañías Petroleras que, administradas por el Kahal Plutocrático de la Banca y de la Bolsa, auspician el llamado “Nuevo Orden Mundial” bajo la bandera internacionalista de la ONU. 


Y no en balde, también, el gorilesco delincuente Hugo Chávez mantiene cordiales relaciones personales con el magnate hebreo multi-billonario David Rockefeller, Presidente Vitalicio del Consejo de Relaciones Exteriores, Fundador de la Comisión

Trilateral, Director Ejecutivo del Club Bilderberg, Gran Maestre de la Alta Masonería del Grado 33 y Delegado de la Sociedad Socialista Fabiana en los Estados Unidos.

Una vez más queda demostrada la complicidad manifiesta del Supercapitalismo Globalista  monopolista, usurero y especulador con el sanguinario terrorismo comunista. 

Nada importan los crímenes contra la Humanidad cometidos por los sicarios de la hoz y el martillo. Lo único que importa a los agiotistas judíos, adoradores del Becerro de Oro, son sus opiparas ganancias económicas. 

Por eso no han tenido escrúpulos en hacer suculentos negocios con las tiranías esclavizantes y genocidas de la Rusia Soviética y de la China Roja.

Corriendo la misma trágica suerte de Cuba en el año 1.959, Venezuela, hoy, es la nueva víctima ritual de la maldita y diabólica Raza del Talmud. 

Una gavilla de facinerosos y bandoleros de la peor calaña  financiados por la Mafia Sionista de Wall Street y oficializados por las corruptas y degeneradas democracias liberales de Occidente  se han apoderado de aquella hermosa y hospitalaria Patria Llanera

* Y esta tragedia venezolana encierra una moraleja aleccionadora: al Comunismo, intrínsicamente perverso, no se le combate con papeletas en las urnas, sino con fuego y metralla como hizo el Generalísimo Franco en España y como hizo el General Pinochet en Chile.